La España Borbónica vivió en la sombra de la gran declinación del siglo XVIII. La vitalidad de la epóca de los Reyes católicos era un recuerdo lejano;en el siglo XVIII, el comercio se inclinó hacia el norte favoreciendo a los paises no españoles como Holanda,Francia e Inglaterra, quienes llegaron a dominar el comercio y controlar las rutas marítimas.